No hay nada más duro que el que te hagan estudiar en vacaciones. ¿Recuerdas cuando eras niño aquellos libros que te ponían para hacer en la época de Navidad o verano? Siempre eran deberes de lengua castellana o matemáticas. Siempre se dejaba a un lado el inglés. De este idioma aprendías poco y mal. Eras incapaz de llevar una conversación o entender lo que te decían.
Hoy en día, todo esto ha cambiado. Desde los dos años los niños aprenden inglés en las aulas y van a academias desde edades tempranas. Es cierto que aprender inglés es importante. Pero también es necesario que los niños puedan seguir siendo niños jugando. ¿Y por qué no combinar ambas cosas y aprender inglés jugando?
A lo largo del año, han acudido al colegio y a extraescolares donde han tenido horas y horas de clase. Es el momento de darles un respiro, de cambiar de ambiente, de pasárselo bien. Pero ¿sabías que en nuestros campamentos además de divertirse pueden aprender inglés jugando?
Tenemos múltiples actividades como distintos deportes en las que además de divertirse podrá perfeccionar el inglés, aprender vocabulario nuevo. Pero además podrán convivir con niños y niñas como ellos nativos con los que asimilarán expresiones del día a día en Estados Unidos. Y sobre todo entender cuando alguien les habla en inglés, que suele ser lo que más les cuesta.
La importancia de aprender inglés jugando
Aprender inglés jugando mejora la compresión oral de los niños y les hará comprender mejor el idioma. Se animarán a establecer conversaciones entre ellos mejorando la pronunciación. Está probado que uno de los métodos más efectivos para aprender inglés es sumergirse de lleno en las costumbres, la cultura para adquirir nuevas destrezas en un idioma distinto al materno.